El expresidente de Brasil Michel Temer, detenido ayer en el marco de una investigación anticorrupción, es el tercer exjefe de Estado que cae en desgracia en los últimos años en el gigante sudamericano golpeado por escándalos a nivel presidencial.
El político conservador, de 78 años, fue arrestado en Sao Paulo y trasladado a Río de Janeiro por orden del juez Marcelo Bretas, a cargo en este estado de la megaoperación Lava Jato contra la corrupción.
El caso que motivó la orden de detención provisoria de Temer y otras siete personas, incluyendo el exministro de Minas y Energía Moreira Franco, está relacionado con sobornos recibidos en 2014 a cambio de contratos de obras en la central nuclear Angra 3, en el sur del Estado de Río.
La operación investiga “crímenes de corrupción, desvío de fondos y blanqueo de dinero”, con “pagos ilícitos” efectuados por un empresario “para la organización criminal liderada por Michel Temer”, señaló el Ministerio Público Federal (MPF).
El núcleo de esa red fue constituido por Temer cuando era secretario de Seguridad Pública en Sao Paulo, a mediados de los años 80, y el coronel retirado Joao Baptista Lima Filho, quien lo acompañó a lo largo de toda su carrera y forma parte de los detenidos de ayer.
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“El coronel Lima y Michel Temer actúan juntos desde la década de 1980”, destacó la fiscal Fabiana Schneider en una conferencia de prensa.
La prisión preventiva se justifica, según el MPF, por la sospecha de que la presunta banda sigue “en plena actividad”.
“Las investigaciones apuntan a que la organización criminal practicó crímenes diversos que involucraron a varios organismos públicos y empresas estatales, habiendo obtenido la promesa, el pago o el desvío hacia la organización de 1.800 millones de reales” (unos $470 millones al cambio actual)”, señaló el MPF en un comunicado.
La defensa de Temer presentó un recurso de habeas corpus para obtener su liberación inmediata.
Temer y Moreira Franco son miembros del Movimiento Democrático Brasileño (MDB), un partido que desde el fin de la dictadura militar (1964-1985) fue aliado de casi todos los gobiernos, sean de izquierda o de centroderecha.
El propio Temer fue de 2011 a 2016 vicepresidente de Dilma Rousseff, a quien sustituyó en mayo de 2016 cuando la mandataria de izquierda fue destituida por un impeachment en el marco de una investigación por manipulación de las cuentas públicas.
El 1 de enero pasado entregó el cargo a su sucesor, el ultraderechista Jair Bolsonaro, tras haber ostentado un índice récord de impopularidad en el periodo democrático.
Según la consultora Prospectiva, el encarcelamiento de Temer y Moreira Franco “favorece el discurso de Bolsonaro de combate a la corrupción” y “retira el foco” de los problemas del presidente, que enfrenta disensos entre sus aliados.
Bolsonaro: “La justicia nació para todos”
El presidente brasileño, Jair Bolsonaro, dijo ayer en su arribo a Chile que “la justicia nació para todos” al ser consultado sobre la detención de Michel Temer, exmandatario del gigante sudamericano acusado de liderar una organización criminal que negociaba sobornos.
“Cada uno que responda por sus actos, la justicia nació para todos”, dijo el ultraderechista tras su llegada al aeropuerto de Santiago, en referencia a la detención del expresidente conservador Temer.
Por otra parte, Bolsonaro desestimó estar preocupado por las investigaciones judiciales abiertas en su país en torno a su campaña electoral y que rozan a integrantes de su familia y su grupo político.